
El término audiófilo se suele utilizar para referirse a personas con un gran interés en obtener la mejor calidad de audio posible. A pesar de que cada persona es diferente, suelen tener algunas características en común
El rechazo al formato MP3
Muchas personas siguen utilizando el formato mp3 para almacenar música a pesar de que actualmente hay mejores opciones. Una característica del audiófilo es el uso de formatos que proporcionan una mejor calidad de audio, siendo los codecs de compresión sin pérdidas como FLAC los favoritos. Algunos buscan audio en alta resolución, mientras que para otros la calidad de CD suele ser suficiente (como en mi caso). Si necesitan ahorrar almacenamiento en un dispositivo portátil van a preferir formatos de alta eficiencia como Opus o HE-AAC, los cuales dejan intacto todo lo que está debajo de los 20KHz a una tasa de 96kbps y 64kbps respectivamente. Por esta razón las bandas sonoras de mis juegos no tienen descargas en mp3, sino solamente en FLAC, imágenes de CD y Dolby Digital
La preferencia por los formatos físicos
A pesar de que la música en streaming es popular entre el usuario promedio, los audiófilos suelen preferir los formatos físicos debido a que se tiene mayor control en comparación con el streaming. Además la experiencia de sacar un CD o un vinilo de su estuche protector para colocarlo en un lector no se puede replicar con un servicio de streaming. Es muy común que un audiófilo tenga una colección de CDs y vinilos. Aunque algunos se interesan en la música en streaming, estos suelen preferir plataformas como Tidal en lugar de Spotify
El rechazo hacia el reggaeton
Una característica que un audiófilo comparte con un melómano es el rechazo hacia el reggaeton. Cualquiera que toque un instrumento musical entenderá esto. Entre los audiófilos suelen ser populares géneros como la música clásica, jazz y rock progresivo
Separar el proceso de reproducción de audio en lugar de utilizar un dispositivo todo en uno

En el caso de la imagen de arriba, el reproductor de DVD lee la información de un CD de audio y la envía tal cual al receptor AV que tiene debajo mediante un cable coaxial digital. Una vez llegada la información al receptor, este la convierte a analógico, la amplifica y la envía a los altavoces. Hacerlo de esta manera tiene la ventaja de que los motores de la unidad lectora no introducen ruido dentro de la señal de audio. En algunos discman y radiograbadoras se puede escuchar un ruido de fondo cuando se baja el volumen
El rechazo hacia marcas como Beats y Bose
Marcas como Beats y Bose tienen una mala reputación entre los audiófilos, los cuales suelen preferir marcas como Senheiser, Fiio o Hiby (estas dos últimas de origen chino) para los auriculares y marcas como Pioneer, Denon, Yamaha, Onkyo y Sony (todas estas japonesas) para los amplificadores y receptores
Preferencia por los receptores en lugar de minicomponentes

Aunque los minicomponentes suelen dar una calidad de audio buena por un precio relativamente bajo, no se tiene el mismo control que se tiene con un amplificador dedicado o con un receptor AV. Debido a que un minicomponente integra todo en un mismo lugar, cuando algo falla, este equipo generalmente se cambia completo. Es muy común que fallen del reproductor de CD y Cassette y en casos recientes, del amplificador o alguna falla de firmware sin explicación alguna. Por estos motivos es común ver bocinas de algún minicomponente acumulando polvo en algún lugar. En el caso de los receptores AV, estos están fabricados con componentes de mejor calidad, además de que al requerir un equipo separado para la reproducción de CD, cassette y demás, solamente se cambia el módulo que falla. Es relativamente común ver cómo un receptor AV del año 1997 (como el de la foto de arriba) sigue funcionando como el primer dia, mientras que un minicomponente del año 2008 deja de funcionar al poco tiempo de uso (sobre todo si es fabricado por LG). Cuando alguien cambia un receptor AV, generalmente es por que se buscan características más avanzadas, como soporte para Dolby Atmos, por lo que el anterior probablemente consiga un nuevo dueño. En cambio los minicomponentes fabricados a partir del año 2000 muy rara vez se les ve completamente funcionales en algún mercado de segunda mano